lunes, 27 de diciembre de 2010

CUANDO EL CUERPO GRITA.. LO QUE LA BOCA CALLA.


"La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma". Dr. Bach

Muchas veces...

El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.

El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones

.

El estómago "arde" cuando las rabias no consiguen salir.

La diabetes "invade" cuando la soledad duele.

El cuerpo "engorda" cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza "deprime" cuando las dudas aumentan.

El corazón se "afloja" cuando el sentido de la vida parece terminar.

La "alergia" aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.

Las uñas se "quiebran" cuando las defensas están amenazadas.

El pecho "aprieta" cuando el orgullo esclaviza.

La presión "sube" cuando el miedo aprisiona.

Las neurosis "paralizan" cuando el niño interior tiraniza.

La fiebre "calienta" cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.

Y tus dolores "callados". ¿Cómo "hablan" en tu cuerpo?

Elige alguien que te pueda ayudar a "organizar las ideas", "armonizar las sensaciones" y recuperar la alegría.

Todos precisamos saludablemente de "un oyente interesado".

Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal para hacer que sucedan mudanzas en nuestra vida.

Se desconoce el autor......."CUANDO EL CUERPO GRITA ... LO QUE LA BOCA CALLA"

domingo, 17 de octubre de 2010

DOMINGO ESPECIAL


Este domingo celebramos el Día de la Madre – o de la Familia.
Los que tienen la dicha de tener a su Mamá al lado…
en un abrazo infinito estaran dándole el mejor regalo del mundo.
A las mujeres que la vida les ha dado la felicidad de ser madre… disfruten este día junto a esos tesoros invaluables, que son sus hijos.
Y a los que ya no tienen a su Mamá al lado,…
no olviden que ella siempre tendrá un lugar especial dentro de nuestros corazones,
en cada minuto de nuestras vidas.
¡¡¡¡¡FELIZ DIA FAMILIA!!!!!

jueves, 7 de octubre de 2010

NERVIOS POR LOS FINALES????


Has participado en clase, has hecho todos los deberes, has hincado los codos a la hora de estudiar y crees que dominas bastante la materia. Pero llega el día el examen. De repente, te quedas completamente en blanco, bloqueado, como si estuvieras congelado, o te pones tan nervioso que eres incapaz de responder a esas preguntas que te sabías la noche anterior.Si todo eso te parece familiar, es bastante probable que padezcas ansiedad ante los exámenes -esos nervios extremos que algunas personas experimentan cuando hacen un examen.Es bastante normal estar un poco nervioso y estresado antes de un examen. Es algo que le ocurre a todo el mundo. Y cierta dosis de ansiedad anticipatoria, de hecho, te puede ayudar a ponerte manos a la obra y a mantener un rendimiento alto mientras haces el examen. Pero en algunas personas esa ansiedad es sumamente intensa. Se ponen tan nerviosas antes de hacer el examen que su nerviosismo interfiere en su concentración y su rendimiento.¿Qué es la ansiedad ante los exámenes?La ansiedad ante los exámenes es un tipo de ansiedad de ejecución -lo que puede experimentar una persona en una situación donde importa mucho el rendimiento o la correcta ejecución de una tarea o existe una gran presión por hacer las cosas bien. Por ejemplo, una persona puede experimentar ansiedad de ejecución cuando va a salir al escenario en una obra de teatro, cantar un solo en un escenario, prepararse para tirar a la canasta, subirse a la plataforma de inmersión en una reunión de submarinistas o hacer una entrevista importante.Como en cualquier otra situación donde una persona puede experimentar ansiedad de ejecución, en un examen, la ansiedad puede hacer que sienta que se le hace un nudo en la garganta, o tenga molestias gastrointestinales o un dolor de cabeza tensional. A algunas personas les tiemblan y/o les sudan las manos y el corazón les late más deprisa de lo habitual mientras esperan a que les repartan el examen. Un estudiante con una ansiedad ante los exámenes muy intensa hasta puede tener diarrea o ganas de vomitar.La ansiedad ante los exámenes no se debe confundir con hacer mal un examen porque uno tiene la cabeza en otro sitio. La mayoría de personas saben que el hecho de tener otras cosas en la cabeza - como una ruptura sentimental o la muerte de una persona cercana - también puede interferir en la concentración e impedir que hagan bien un examen.¿Qué la provoca?Todo tipo de ansiedad es una reacción ante la anticipación de algo estresante. Al igual que cualquier otra reacción de ansiedad, la ansiedad ante los exámenes afecta tanto al cuerpo como a la mente. Cuando una persona está bajo estrés, su cuerpo libera una hormona denominada adrenalina, que la prepara para reaccionar ante el peligro (lo que a veces se denomina reacción de "lucha o huída "). Esto es lo que provoca los síntomas corporales, como el sudor y la aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración. Estas sensaciones pueden ser leves o intensas.Centrarse en lo malo que podría ocurrir también alimenta la ansiedad de ejecución. Por ejemplo, una persona a quien le preocupa hacer mal un examen puede tener pensamientos como: "¿Y si me quedo en blanco?" o "¿Y si el examen es demasiado difícil?". Si tenemos demasiados pensamientos como éstos, no nos quedará espacio en la mente para concentrarnos en las preguntas del examen. Las personas con ansiedad ante los exámenes también se pueden sentir estresadas por sus reacciones corporales y pensar cosas como "¿Y si vomito?" o bien "¡Oh no, me están temblando las manos!"Como cualquier otro tipo de ansiedad, la ansiedad ante los exámenes puede crear un círculo vicioso: cuanto más se centra una persona en las cosas malas que le pueden ocurrir, más se intensifica la ansiedad. Esto hace que la persona se encuentre peor y, al estar su mente llena de pensamientos y miedos estresantes, más aumentan las probabilidades de que le salga mal el examen.¿Qué personas son más proclives a tener ansiedad ante los exámenes?Las personas que tienden a preocuparse mucho por las cosas o que son muy perfeccionistas tienen más probabilidades de tener problemas de ansiedad. A este tipo de personas a veces les cuesta mucho aceptar los errores que podrían cometer o sacar menos de un 10. De este modo, incluso sin pretenderlo, pueden estar presionándose demasiado a sí mismos. En este tipo de situaciones es fácil que aparezca la ansiedad ante los exámenes.Los estudiantes que no se han preparado bien el examen pero a quienes les importan los resultados que pueden obtener también es probable que experimenten ansiedad ante los exámenes. Si sabes que no te has preparado el examen, es lógico que te preocupe sacar mala nota. Una persona puede tener la sensación de que no está preparada para hacer un examen por diversos motivos: puede no haber estudiado lo suficiente, puede encontrar demasiado difícil la materia, o tal vez esté cansado porque no ha dormido lo suficiente la noche previa al examen.¿Qué puedes hacer?La ansiedad ante los exámenes se puede convertir en un verdadero problema cuando una persona se estresa tanto al hacer un examen que no puede controlar los nervios a fin de concentrarse en las preguntas del examen y dar lo máximo de sí misma. De todos modos, sentirse preparado para afrontar el reto puede ayudar a mantener la ansiedad ante los exámenes a un nivel manejable.Utiliza un poco de estrés a tu favor. El estrés es el mecanismo de aviso de tu cuerpo -es una señal que te ayuda a prepararte para algo importante que está punto de suceder. Utilízalo en tu propio beneficio: en vez de reaccionar ante el estrés amedrentándote, lamentándote o quejándote del examen con tus amigos, adopta un enfoque activo. Deja que el estrés te recuerde que debes prepararte bien el examen con antelación. Lo más probable es qué así evites que el estrés te domine. Después de todo, a nadie le estresan pensamientos sobre lo bien que le puede ir un examen.Pide ayuda. A pesar de que cierta dosis de ansiedad ante los exámenes puede ser positiva, una dosis excesiva es otro cantar. Si, cuando te reparten el examen, te pones tan nervioso que se te queda la mente en blanco y se te olvida una materia que te sabías, probablemente necesitas ayuda para controlar el nivel de ansiedad ante los exámenes. Tu profesor, tu tutor o el psicólogo escolar pueden ser importantes fuentes de información, a quienes puedes acudir si sueles padecer ansiedad ante los exámenes.Prepárate bien el examen. Algunos alumnos creen que lo único que necesitan para aprenderse la materia y hacer bien los exámenes es asistir a clase. Pero para aprenderse una materia hace falta mucho más que intentar absorber toda la información en clase. Por eso son tan importantes los buenos hábitos de estudio y las buenas técnicas de estudio- y por eso ninguna "empollada" la noche antes del examen permite obtener el nivel de comprensión más profundo que se consigue estudiando regularmente.Muchos estudiantes comprueban que su a ansiedad ante los exámenes disminuye cuando empiezan a estudiar mejor o más regularmente. Tiene sentido - cuanto mejor te sepas la materia, más seguro te sentirás y esperarás hacerlo mejor. Si esperas hacerlo bien, estarás más relajado mientras haces el examen después de los primeros momentos de nerviosismo.Controla tus pensamientos. Si el hecho de esperar hacer bien un examen te puede ayudar a relajarte, ¿qué ocurrirá cuando esperes hacerlo mal? Fíjate en cualquier mensaje negativo que te puedes estar enviando a ti mismo, ya que ese tipo de mensajes pueden contribuir a tu ansiedad.Si te das cuenta de que estás teniendo pensamientos negativos ("No se me dan bien los exámenes" o "Si suspendo este examen, lo tengo fatal"), sustitúyelos por pensamientos positivos. Por descontado, no los sustituyas por mensajes positivos que no sean realistas, sino por mensajes prácticos y verdaderos, como: "He estudiado y me sé la materia, de modo que estoy preparado para hacerlo lo mejor que puedo". (Ni que decir tiene que, si no has estudiado, ¡este mensaje no te ayudará mucho!)Acepta tus errores. Otra cosa que puedes hacer es intentar relativizar los errores que cometas - sobre todo si eres muy perfeccionista y tiendes a ser muy crítico contigo mismo. Todo el mundo comete errores, y tal vez hayas oído en boca de tus profesores o entrenadores que los errores son "oportunidades de aprendizaje". Aprender a tolerar los errores sin importancia - como el problema que hiciste mal en el examen sorpresa de matemáticas - es una facultad muy valiosa.Cuídate. También te puede ayudar el hecho de aprender formas de tranquilizarte y de centrarte cuando estás tenso o ansioso. A algunas personas les bastará con aprender técnicas de respiración. Si practicas regularmente los ejercicios de respiración (cuando no estés estresado), tu cuerpo aprenderá a ver esos ejercicios como una señal para relajarse.Y, por descontado, cuidando de tu salud - por ejemplo, durmiendo lo suficiente, haciendo ejercicio físico y comiendo de forma saludable - ayudarás a tu mente a rendir al máximo.Todo aprendizaje requiere tiempo y práctica, y aprender a superar la ansiedad ante los exámenes no es diferente. Aunque no es algo que vaya a desparecer de la noche a la mañana, el hecho de afrontar y aprender a controlar la ansiedad ante los exámenes te ayudará a aprender a controlar el estrés, lo que te será de gran ayuda en muchas otras situaciones, aparte de los exámenes.


Gentileza UCASAL.-

viernes, 1 de octubre de 2010

LA ENFERMEDAD ES UN CONFLICTO ENTRE LA PERSONALIDAD Y EL ALMA


En un consultorio médico había un cartel que decía:

El resfrío persiste cuando el cuerpo no llora.

El dolor de garganta obstruye cuando no es posible comunicar las aflicciones.

El estómago arde cuando las broncas no consiguen salir.

La diabetes invade cuando la soledad duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.

El corazón desiste cuando el sentido de la vida parece terminar.

La alergia aparece cuando el perfeccionismo se vuelve intolerable.

Las uñas se quiebran cuando las defensas se ven amenazadas.

El pecho se comprime cuando el orgullo esclaviza.

El corazón se infarta cuando sobreviene la ingratitud.

Las neurosis paralizan cuando "el niño interno" tiraniza.

La fiebre quema cuando las defensas derriban las fronteras de la inmunidad.

La plantación es libre, la cosecha, obligatoria ...

Preste atención a lo que está plantando, porque eso mismo será lo que cosechará.

Sea Feliz!!

miércoles, 25 de agosto de 2010

LIBERTA ES... COMPROMISO?



La libertad del hombre enamorado vs la "libertad del taxi
La libertad sin la verdad no es libertad
La libertad del hombre enamorado vs la "libertad del taxi"
Visto desde otra perspectiva, resulta que "jugar" comporta un compromiso. Eso ya es del todo evidente si se trata de participar en cualquier competición deportiva; pero no digamos si lo que se pretende es amar, es decir, servir al bien de los demás. Curiosamente, a nuestro entorno cultural post-moderno le encanta oír hablar de amor y felicidad, pero no de compromiso, como si fuera posible jugar una competición en un equipo sin comprometerse a nada (respetar un reglamento, vestir una camiseta con determinados colores, seguir las instrucciones de un entrenador, etc.). De hecho -como hizo notar Viktor Frankl- existe la Estatua de la Libertad, pero no la Estatua del Compromiso. Y, en el paroxismo de esta contradicción, uno incluso oye hablar del rechazo de los compromisos con el fin de proteger la libertad (se dicen cosas tan absurdas como "yo no me caso porque quiero ser libre"; "ahora no queremos tener hijos porque queremos vivir la vida con libertad", etc.).
Detrás de esta contradicción mental se esconde un concepto superficial de libertad humana, tan superficial que se le puede considerar falso: la libertad basada en la ausencia de compromiso, es decir, la ilusoria "libertad del taxi". ¿Qué pensaríamos de un taxi que se propusiera permanentemente exhibir el cartelito de libre? Pues que el fracaso está asegurado, porque mientras muestra este cartel no obtiene ningún rendimiento; y no tiene ningún rendimiento porque no presta ningún servicio; y no presta ningún servicio porque no ha querido adquirir ningún compromiso de servicio.
Éste es un tema fundamental -¡la libertad es el alma de nuestra alma!-, pero tanto o más fundamental es entenderlo adecuadamente: "La libertad sin la verdad no es libertad"8. La libertad no es tener las manos libres para hacer aquello que a uno le "brota", sino tenerlas libres para hacerse don desinteresado de sí mismo ante los demás (cf. AG 16.I.80, 2-3). Es decir, es libre aquél que posee la "libertad del don"; aquél que -liberado de la esclavitud de toda torpeza (Cicerón) y, a la vez, poseído de aptitudes- tiene la capacidad real de darse a las otras personas. En una memorable homilía, Juan Pablo II afirmaba que "la verdadera libertad se mide con la disposición a servir y a entregarse uno mismo" (Homilía 1.VI.97, 5). Por eso, la libertad aparece "no solamente como un don de Dios", sino que "también nos ha sido dada como una tarea" para toda la vida.
Tanto es así que "el mismo lenguaje manifiesta la relación entre la libertad y la donación. Por ejemplo, en la lengua catalana el hecho de "entregarse" se puede nombrar también con la expresión "librarse" ("lliurar-se"). Y uno sólo se puede "librar" ("lliurar") si de verdad es libre ("lliure"). Es más, uno es "libre" ("lliure") para "librarse ("lliurar-se")"9.Otra cuestión, y bien distinta, es que también en nuestro entorno cultural se confunde el amor con el entretenimiento. Y si lo que el hombre pretende es entretenerse, entonces, ya le va bien la "libertad del taxi". Ahora bien, quien pretenda este estilo de vida que tenga en cuenta la siguiente advertencia: "La libertad existe para ser usada, no para ponerla en un cajón. La libertad, como también pasa con el dinero, está hecha para gastarla en aquello que vale la pena. De la misma manera, el taxi está libre para ser ocupado, no para "defender" su "libertad", porque, entonces, permanecería vacío y solo, y sin sentido. La libertad sin la entrega se frustra, es decir, queda condenada a la absoluta soledad, al aburrimiento y a la desesperación más radical"10. Pasemos, pues, al tema de la soledad.
Adán trabaja bien, pero padece la "soledad originaria"
El hombre está proyectado para amar, es decir, ha sido creado para vivir en comunión de personas (identificación con las personas amadas)11. Dios mismo es un Ser único (no hay otros como Él), pero no es un Ser solitario. El Creador desea que el hombre y la mujer se unan en una sola carne y vivan una misma vida: la vida de una familia, imitando así la misma vida divina. Prueba de eso es que -como ya habíamos avanzado-, cuando se disponía a crear el ser humano, Dios comienza a hablar en primera persona del plural: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza" (Gn 1, 26). Se comprende que Juan Pablo II haya escrito que "el "Nosotros" divino constituye el modelo eterno del "nosotros" humano" (CF 6).El primer capítulo del Génesis es de un género marcadamente metafísico, en cuanto que nos transmite una idea del hombre tan profunda como es la de ser imagen de Dios. El segundo capítulo, en cambio, es más bien de cariz psicológico; la argumentación -a pesar de que apunta hacia las mismas conclusiones- es de otro estilo: es más descriptiva. En ella, Adán aparece en la creación antes que Eva e, incluso, antes que el resto de los vivientes. El lenguaje mítico que emplea "es un modo arcaico de expresar un contenido más profundo" (AG 7.XI.79, 2). En definitiva, es una bella manera de dar a entender que el hombre no soporta la soledad. Hay naciones en las que el 70% de la población vive en soledad en viviendas unipersonales. Pero, en realidad, en estas mismas naciones uno comprueba que hay el índice de suicidios más elevado. El hombre no soporta la soledad, porque no fue creado (ni pensado, ni "calculado") para la soledad, sino para la comunión amorosa. De hecho, "el hombre se convierte en imagen de Dios no tanto en el momento de la soledad cuanto en el momento de la comunión" (AG 14.XI.79, 3).
El Génesis pone en boca del Creador la siguiente observación: "No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda adecuada para él" (2, 18). Entonces, "el Señor Dios formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba" (2,19). Desde aquel momento, el hombre -en teoría- ya no estaba solo. Más aún: ya podía ejercer un trabajo (el dominio sobre la creación) y madurar moralmente como hijo de Dios. "El hombre puso nombre a todos los ganados, a las aves del cielo y a todas las fieras del campo" (Gn 2, 20), es decir, el hombre trabaja y trabaja bien: en el lenguaje y mentalidad de los hebreos, "poner nombre" era señal de dominio. Con su cuerpo, el hombre trabaja; con su espíritu, el hombre respeta y ama a su Dios-Creador.
Con todo, en la práctica, él mismo se lamenta de su "aburrimiento". Puede trabajar con eficacia, ya que con su cuerpo domina al resto de los seres vivos, pero aquel trabajo eficaz no le hace feliz: "Pero para él no encontró una ayuda adecuada" (Gn 2, 20). Él se relaciona con los otros vivientes que tienen cuerpo, pero se da cuenta de que no son cuerpos como el suyo, ni la vida de aquellos animales es como la de él (no tienen conocimiento espiritual, no tienen conciencia, no pueden amar). En definitiva, sigue sintiendo la tristeza de la soledad, muy a pesar de conocer a Dios, muy a pesar de estar rodeado de otros cuerpos, muy a pesar de trabajar con eficacia. Se siente solo porque "no puede ponerse al nivel de ninguna otra especie de seres vivientes sobre la tierra" (AG 10.X.79, 4).Además, su cuerpo -sexuado de arriba abajo, diseñado para el amor y para la apertura hacia las otras personas- es un cuerpo que reclama un "complemento", es decir, alguien distinto a él mismo, pero, a la vez, de la misma naturaleza. Las cosas cambiarán con el sopor (sueño) originario: por obra del Señor Dios, el hombre (que hasta ahora aparecía en Gn 2 sin referencia sexual) se "sumerge" en un sueño profundo, como queriendo significar que Dios lo prepara para un nuevo acto creador. Cuando se despierte, las cosas ya no serán de igual manera: "El círculo de la soledad del hombre-persona se rompe, porque el primer "hombre" despierta de su sueño como "varón y mujer"" (AG 7.XI.79, 3). Este hombre (ahora ya claramente como varón o como mujer), llamado a amar, llamado a ser imagen de Dios "podía formarse sólo a base de una "doble soledad" del varón y de la mujer" (AG 14.XI.79, 2)12.
Si quieres consultar el libro completo:
El encanto original de la mujer y la dignidad del hombre

Nota de Ucasal Formosa, el El miércoles, 25 de agosto de 2010 a las 9:18