Cuarenta y nueve de cada cien veces me siento invadida por las ganas si pienso en ti. El corazón pasa a latir sobre la yema de los dedos y en la boca amanece un sabor a cereza fresca. Miles de mariposas entran en mi estomago y sube por mi garganta, siento que el deseo se convierte en la necesidad de estar con vos. Pero cincuenta y una de cada cien veces empujan fuerzas de marea deformando latidos, y en mì soledad sólo cabe arritmia mientras mirando al cielo, me doy cuenta de que sólo intento llenar un vacìo. No puedo evitarlo y no sé si podrás entenderlo, entonces sólo me queda abrir la puerta para que te vayas...
1 comentario:
Uuuuuh!!! que bonita descripción de esa sutil tortura que se aferra a nuestros sentimientos, cuando nos queda algo de la otra persona en nuestro interior... pero ese uno porciento nos hace ver que el instinto de conservación de la vida es más fuerte que los sentimientos de algo que fue... y ahora no le es... pues es solo llenar un vacio... que yo interpreto que solo se llenara, "abriendo la puerta para que te vayas...”
doc.jkl
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